Crónica: 40º Aniversario Helloween + Beast In Black en Leganés, Madrid

Crónica del 40º Aniversario Helloween + Beast In Black en Leganés, Madrid : Celebrando las cuatro décadas de los pioneros del power metal
HELLOWEEN + BEAST IN BLACK
15 noviembre 2025 | La Nueva Cubierta de Leganés, Madrid
Texto: Txus Tankian | Fotos: Juan Carlos Cortijo @Corti_Rock

«Desde que dieron el salto a hacer esta macro banda de reunión ha sido uno de los mayores aciertos que han tenido, sumado a que otros grandes les pesan los años les ha situado donde creo que deben estar como una de las figuras imprescindibles reconocidos como los padres del power metal, que han dado la evolución lógica del heavy metal tradicional».

Momento mágico y especial, los alemanes Helloween celebran el 40º aniversario de trayectoria con nuevo trabajo de la mano “Giants & Monsters”, que hemos dado cobertura desde nuestros medios: «Rockgle» y «Rock Machine»; una entrevista especial que se publicó en versión web y de manera especial con edición en papel (Ver PDF). Queríamos cerrar este ciclo o al menos complementarlo siendo testigos de esta fecha en la capital, que vista la expectación se ha convertido en una doble cita consecutiva, un hito histórico que sitúa a los germanos con la buena conexión que tienen con España, cabe destacar que el concierto de reunión “Pumpkins United” en el entonces denominado Wizink Center de Madrid fue el escogido para la edición del CD y DVD en vivo, también los catapulto a un salto de convocatoria a recintos mayores que se ha mantenido hasta la fecha.

El ambiente en los alrededores era propio de festival, de un día para recordar, no era un concierto más, nos esperaba una gran noche de rock y todo apuntaba a que así seria. La banda de apertura Beast In Black no es una banda cualquiera, los finlandeses venían con toda su artillería pesada, una puesta en escena espectacular entre lo Manowar y Hammerfall. Su sonido actual renueva las ganas de seguir avanzando en el metal entre nuevos caminos que fusionan el heavy metal tradicional y el power metal con bases electrónicas, explorando nuevos horizontes y abriendo los oídos a que esto del heavy metal no es cosa del pasado y esto no hay quién lo pare. Podrá gustarte más o menos la música que realizan, pero lo que es está claro que la calidad que desprenden en sus composiciones, tanto en la cuidada puesta en escena es innegable y así lo fueron demostrando en canciones como los pegadizos: “Power Of the Beast”, “Hardcore” o “From Hell With Love”, donde la gente no pudo evitar y corear los estribillos. La banda sincronizada y mimetizada se desenvolvía por la escena de manera sensacional trio de ases: Kasperi Heikkinen y Anton Kabanen a las guitarras junto con Mate Molnar al bajo, como una coreografía azotaban sus instrumentos y melenas al viento aportando movimiento al show. Yannis Papadopoulos su presencia también por su estética larga túnica negra y apariencia recordando en la distancia a nuestro reverendo Rob Halford. Sin dejar atrás la vista a su batería Atte Palokangas, un vikingo que tiene una pegada sensacional, unos brazos y una destreza que se podía comprobar a través de la gran plataforma que estaba postrado y en la que de vez en cuando pegaba unos redobles a las baquetas en modo de malabares.
Más acompasado llegaba “Blood Of A Lion”, sin dejar de embaucarnos con las melodías llegaba el sensacional “Cry Out For A Hero”. A los metalpacos les sangrarían sus oídos al escuchar “Sweet Trues Lies”, un hit que podrían haber firmado los Back Street Boys o Bon Jovi en su etapa más comercial, con tintes del AOR de los 80, pese a quien le pese renovarse o morir. Ritmos electrónicos, la discoteca del metal presente en La Nueva Cubierta con “Enter The Behelit”, seguida por la épica “Beast In Black” que les da nombre y más crudo, pero sin dejar los ritmos bailables “Die By The Blade” y “One Night In Tokyo”.
Me traía loco el registro sensacional de Yannis, es que hay que verlo en directo, un registro vocal limpio con un registro vocal esplendido que sabe adaptarse en unos cambios de registro más variados que he conocido, cuando la mayoría de las bandas llevan dueto masculino y femenino para complementar este jodido te canta como una soprano a lo Tarja Turunen o como Chris Boltendahl (Grave Digger), una versatilidad y sobre todo dando buena muestra en “Blind And Fozen” y “No Surrender”. Sabemos que es una banda experimentada y no son nuevos en el panorama, pero estamos seguros de que muchos de los allí presentes van a engancharse a esta formación que va a ir avanzando filas de manera estrepitosa. Grandes ovaciones por parte de todo el público que lo gozo del principio a fin.
El telón cae y bajo una pirotecnia se muestra el paraje insólito en la que van mostrando todos los trabajos de la trayectoria de la banda germana Helloween en estos 40 años para comenzar el espectáculo con “March Of Time”. La temática en las pantallas con un detalle visual, tecnológico aportan una realidad aumentada en detalles y envuelven para dar una mayor sensación de inmersión para vivir el momento en un concierto de grandes dimensiones. Recuerdo hace no tantos años cuando la banda presentaba sus discos en recintos más modestos como la Sala Riviera, que era una habitual, pero desde que dieron el salto a hacer esta macro banda de reunión ha sido uno de los mayores aciertos que han tenido, sumado a que otros grandes les pesan los años les ha situado donde creo que deben estar como una de las figuras imprescindibles reconocidos como los padres del power metal, que han dado la evolución lógica del heavy metal tradicional.
La combinación de disfrutar a dueto, de Michael Kiske y Andi Deris en sus partes, además sin rivalidad, sino complemento hacen que se note que todos los músicos van a una como un gran equipo, además sumado a que, al ir alternando en partes del espectáculo algunas a dueto, pero otras en solitario hacen que puedan estar más descansados vocalmente y ofrecer una duración más amplia. El resto del elenco la simpatía de Markus Grosskopf al bajo, a las guitarras con la personalidad de Kai Hansen, el misticismo de Michael Weikath y la frescura de Shacha Gerstner, forman un reparto sensacional que estuvo desplazándose por escena, alternando tanto en la pequeña pasarela delantera como en los laterales, captando movimiento, haciéndose piña en ciertos momentos y creando momentos excepcionales. A la batería bien situada en lo alto y bien vistosa apreciamos a Dani Löble, que con nada más que 4 bombos, demostró su valía en todo momento.
El Lord a través de la pantalla ejercía como narrador visual para darnos la bienvenida a este aniversario para dar paso al siguiente tema “King Of The 1000 Years” incluido en la más reciente parte del “Keepers Of The Seven Keys”, denominada “The Legacy”. Un enorme castillo envolvía La Nueva Cubierta para sorprendernos con esta obra magna que hacía parecer estar en una ópera rock, en el teatro o mismamente en lo que está llevando a cabo Tobias Sammet con su producción Avantasia en los directos. Ovaciones finales y continuamos con chascarrillos en español, si bien antes se rivalizaba quién haría más ruido en Madrid o Barcelona, ahora lo hacían retándonos a ser el mejor público de la jornada. Andi Deris lleva décadas viviendo en España, concretamente en Tenerife, se agradece que podamos escuchar en español a grandes estrellas, aunque también hay que decir que para los años que lleva viviendo aún podría mejorar un poco más si cabe. Kai Hansen se quedó solo en el escenario y se puso a tocar unos solos y acordes, en los que Dani le acompaño a la batería para finalmente incorporarse toda la banda para hacer sonar uno de sus himnos “Future World” en los que la gente vibró, nos hicieron competir, corear y sobre todo pasarlo fenomenal con un éxtasis final con lluvia de serpentinas incluido.
Tocaba el turno de presentar el nuevo trabajo con un medio tiempo “This Is Tokyo”, una ambientación futurista, gris y nipona en la que la banda sonora relucía los bonitos duetos de estos dos grandes vocalistas que comparten el peso de protagonismo a partes iguales. Guitarras crudas y ritmo frenético del “We Burn”, encendió la llama de la Cubierta en el que como si estuviéramos en un concierto de Rammstein las llamaradas nos invitaban a la locura, mientras y Andi esta vez en solitario tambien nos calentaba con su lanzallamas. Weikath y Sascha esta vez reclamaban protagonismo en la pasarela mientras detrás el resto de los músicos acompañaban todos bien compenetrados. Tocaba el turno en solitario para Michael Kiske con “Twilight Gods” ambientado en una maquina arcade, seguido por Kai Hansen volviendo a las raíces de la banda con “Ride The Sky”. Un gran eclipse solar nos traía de nuevo a la formación al completo dueto de Michael y Deris en la emotiva “Into The Sun”, incluida en el nuevo disco. Nos vamos al álbum “Better Than Raw” con Deris al frente del “Hey Lord!” donde el gran castillo de la portada mantiene prisioneras a unas duende-calabazas, solo nos faltó la presencia de la encantadora hechicera para haber complementado este esté estupendo tema que me trasporto a décadas atrás.
Presencia al completo de la formación al completo con uno de lo que ya se ha convertido en uno de los imprescindibles de la banda, parece mentira que en tan poco tiempo “Universe”, ya sea un fenómeno, coreado, ovacionado y cantado, en el que los video-lyrics nos acompañaban en los video-wold por si nos fallaba alguna letra y bajo ese mismo motivo nos dejaron el micro al público en algunas partes para que les acompañáramos. Fascinante combinación de un hit sensacional, una obra maestra recién firmada que da fe que se puede seguir creando éxitos en pleno 2025. Kiske protagonizó uno de los momentos más sorprendentes en el que en plena canción y cantando pudo firmar un vinilo a un fan de las primeras filas.
Un ladrillo caravista propio de Leganés y del propio diseño de su Nueva Cubierta se mostraba en las pantallas que decoraban grafitis de Helloween con el logo y la mascota, así como posters antiguos y alguno más recientes. Andi Deris al frente y el trio de guitarras Hansen, Weikath y Sascha, creando excelentes momentos de la velada. Hay que puntualizar el detalle que Sascha este cambiando de guitarra durante el trascurso, con el mismo modelo tipo estrella, una Dean Z en varios colores hasta 4: blanco, negra, roja y azul.
Dani demostró sus dotes en solitario a la batería para dar paso a una de las partes más esperadas de la jornada “I Want Out”, lluvia de confeti, ambiente colorido y toda la banda comandando una carismática actuación en la que en todo momento se veía la complicidad de Kiske y Deris, gestos que son naturales y espontáneos como los que también nos mostraba su carismático bajista Markus. Sensaciones que transmite la banda y que llegan al público. Un tamaño de un recinto idóneo que está en formato de gran concierto, pero también una forma asequible de estar viendo bien de cualquier punto que te encontraras. El sonido mucho mejor que lo recordaba en otros recitales.
En plan acústico Michael Kiske y Andi Deris jugaron a tocarnos unos acordes e interpretaciones del rey Elvis Presley, un poco de country... Hasta que llegado el momento todo se eclipso para interpretarnos la estupenda balada “In the Middle of a Heartbeat”, que nos puso los bellos como escarpias a todo el recinto. Fue una fiesta sensacional que se vivió con emoción por parte de todos, pero aún quedaba mucho más por ofrecernos, “A Little Is A Little To Much”, incluido en “Giants & Monsters” y en el que la magistral portada protagonizaba el decorado; un poco de happy metal con un tema de este nuevo disco que recuerda esa ironía que les caracteriza y que tan bien está recibiendo la audiencia.
Kai
se quedaba solo con nosotros haciéndonos corear para posteriormente la banda le apoyo para de nuevo acercarnos al sonido primigenio del acelerado “Heavy Metal Is The Law”, bajo mi punto de vista el tema más prescindible a pesar de que no discuto la gran labor de Hansen. El Lord proyectado seguía presentando el evento para dar paso al tenebroso, oscuro y fascinante “Halloween”, de nuevo toda la banda completa ofreció lo mejor de sí.
Extenso set en el que como bises sonarían en recta final últimos cartuchos y en el que mientras sonaba la melodía intro del “Invitation” un láser forjaba un gran logo del 40º Aniversario, representando el 4 la H y el 0 la calabaza. Acto seguido una gran águila robótica nos haría desplegar las alas con el “Eagle Fly Free”, el potente hit “Power” y por último el divertido “Dr. Stein”, que sirvió como cierre en parte ya que fusionaron con una parte final del “Keepers Of The Seven Keys”, para no tener que tocar el extenso tema integro.
Fabuloso show de los alemanes, bonito recuerdo y gira sensacional para conmemorar estas cuatro décadas cargadas de la mejor música y que dan mayor realce a lo que todavía está por venir por la plena forma, ganas y profesionalidad que deprenden sobre las tablas.

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